La Fórmula 1 de hoy en día ha cambiado mucho en el último lustro. La máxima categoría del automovilismo mundial ha seguido el mismo camino que "casi todo" en esta sociedad de masas y de consumo en la que vivimos. Un mundo en el que todo se mueve por intereses, por dinero, dejando a un lado otros valores como el sentido común o mísmamente a las personas. Y digo todo esto para tratar de explicar en este artículo la cantidad de burradas, tonterías y decisiones erróneas que se vienen tomando en los últimos tiempos en las esferas más altas de este deporte. ¿Xq motivo? Pues por lo sucedido en el último GP, celebrado en China, donde Lewis Hamilton se volvió a ir de rositas.
Lewis Hamilton, campeón del mundo en 2008, llegó a la Fórmula 1 hace 4 temporadas de la mano de McLaren. Sus primeros años en el gran circo no son nada comparables a los que fueron, por ejemplo, los de Fernando Alonso o Sebastian Vettel. Mientras estos dos últimos vienen desde abajo, aprendiendo de lo que es conducir con mal coche y participando activamente en construir coches ganadores, quizás Vettel no tanto, Hamilton lo ha tenido siempre muy fácil. Excepto en 2009 que no tuvo un coche ganador en un comienzo, el inglés siempre se ha visto en un equipo ganador.
A esto se le debe sumar lo que comentábamos al principio, lo de una serie de intereses que van de un lado a otro sin motivos razonables. Con lo anterior intentaba decir que en la Fórmula 1, desde el año 2006, los mandamases, llámese FIA, Charlie Withing, Bernie Ecclestone o comisarios de carrera, toman una serie de decisiones que chocan contra la lógica. Así a botepronto me viene a la cabeza el año 2006 y las controversias con Ferrari - Renault: la obligación a retirar el "Mass Dumper" al equipo francés a mitad de año o la sesión de clasificación de Monza de la cual todavía nos preguntamos por qué penalizaron a Fernando Alonso...
En cambio, lo comparamos con el día de hoy y vemos como por ejemplo en 2009 se legalizó el doble difusor, ilegal hasta el momento, o cómo a lo largo de estos últimos 4 años Lewis Hamilton cometía actos sancionables y la resolución era: "Será sanción a partir de este momento". Y todo por intereses. Interés seguramente en que la temporada de 2006 se la llevase Michael Schumacher y Ferrari; interés, tanto en la FIA como en McLaren, de que Hamilton se convirtiese en un nuevo campeón británico, en el primer piloto de color en ser campeón y desbancar así a Alonso de su nº 1.
Si la temporada 2007 fue la reina de las incoherencias, los jefes de la F1 no se han olvidado de cuidar a su niño bonito, es decir, a Lewis Hamilton. Las "no-sanciones" en el GP de China son muestra de ello. En esta carrera, el piloto inglés hizo 2 maniobras que pusieron en peligro la integridad de mecánicos, en el primer caso, y de otros pilotos, en el 2º tras la salida del Safety Car. El castigo, una reprimenda... un tirón de orejas... pero nada más. Y luego sale el jefe de la F1, Bernie Ecclestone, pidiendo que no se sea tan duro con Lewis... Así me gusta, defendiendo que se pusiese la vida en peligro de los mecánicos que estaban en el pit lane...
Me pregunto qué hubiese sucedido si el que hace esas maniobras es... no se... ¿Fernando Alonso? Nunca lo sabremos.

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1 comentario:
¿Hasta kndo tenems k aguantar ls tonterías de Hamilton? Lo de China ya fue el colmo, y encima Bernie defndiéndole... k vrgüenz!!!
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